Esteban, nuestro ala zurdo más joven, nació el 23/07/2003 en Las Palmas, fruto de una pareja de madre canaria y padre vasco, conociéndose en la isla gracias a que este fue destinado por trabajo, ya que era militar. Al año de haber nacido, deciden irse a vivir Bilbao donde apuntan a su hijo en su primer equipo de fútbol césped, con solo 3 añitos de edad.
Tres años después de empezar su etapa futbolística nace su hermana pequeña y es cuando él empieza a sobresalir en Paules, su primer equipo de fútbol. Así es como dos años más tarde, cuando su talento comienza a sobresalir, sus padres reciben una llamada del Athletic Club de Bilbao para que fuera a hacer las pruebas para entrar en el equipo, aunque días después deciden rechazar la oferta.
Justo un año después de esa llamada, y por motivos de salud, su padre fallece y su madre, junto a él y su hermana, vuelven a Gran Canaria a vivir. Por cercanía se federa en el club Lomo Blanco, donde permanece jugando dos años, llegando a conseguir que un club como el Real Madrid se fije en él. Sin embargo, en ese momento estaba obteniendo malas calificaciones en su colegio por lo que su madre decide volver a rechazar una oferta de esta magnitud.
No obstante, y pese a esta calidad demostrada en los clubes en los que jugaba, a los 12 años se rompe el ligamento cruzado de la rodilla izquierda, viéndose obligado a dejar el fútbol durante una larga temporada y por lo que decide, por dos años, buscar otro deporte alternativo. Así es como un día llega al pabellón de El Calero, toca la puerta y, por cosas del destino, se abre la puerta y salgo yo, ya que eran instantes antes de empezar un entrenamiento, mantenemos una conversación y lo convenzo a él y a la madre de probar este deporte.
Poco a poco siguió viniendo a entrenar con nosotros, cogiéndole el gusto al fútbol sala y quedándose tres temporadas más en las que hay que destacar la temporada 2018/19 donde, junto a su equipo, gana la liga y la copa siendo el único equipo totalmente invicto de todas las categorías.
Tres años después de empezar su etapa futbolística nace su hermana pequeña y es cuando él empieza a sobresalir en Paules, su primer equipo de fútbol. Así es como dos años más tarde, cuando su talento comienza a sobresalir, sus padres reciben una llamada del Athletic Club de Bilbao para que fuera a hacer las pruebas para entrar en el equipo, aunque días después deciden rechazar la oferta.
Justo un año después de esa llamada, y por motivos de salud, su padre fallece y su madre, junto a él y su hermana, vuelven a Gran Canaria a vivir. Por cercanía se federa en el club Lomo Blanco, donde permanece jugando dos años, llegando a conseguir que un club como el Real Madrid se fije en él. Sin embargo, en ese momento estaba obteniendo malas calificaciones en su colegio por lo que su madre decide volver a rechazar una oferta de esta magnitud.
No obstante, y pese a esta calidad demostrada en los clubes en los que jugaba, a los 12 años se rompe el ligamento cruzado de la rodilla izquierda, viéndose obligado a dejar el fútbol durante una larga temporada y por lo que decide, por dos años, buscar otro deporte alternativo. Así es como un día llega al pabellón de El Calero, toca la puerta y, por cosas del destino, se abre la puerta y salgo yo, ya que eran instantes antes de empezar un entrenamiento, mantenemos una conversación y lo convenzo a él y a la madre de probar este deporte.
Poco a poco siguió viniendo a entrenar con nosotros, cogiéndole el gusto al fútbol sala y quedándose tres temporadas más en las que hay que destacar la temporada 2018/19 donde, junto a su equipo, gana la liga y la copa siendo el único equipo totalmente invicto de todas las categorías.


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